Cambio automático o manual: ¿Cuál es mejor?
A grandes rasgos podríamos decir que la elección dependerá sobre todo de tu forma de conducción, de si prefieres divertirte o si prefieres una conducción más cómoda y tranquila. Tanto la transmisión manual como automática presentan sus pros y sus contras, por lo que en lo que debemos centrarnos realmente es en las sensaciones, la comodidad y al experiencia al volante.
Cambio automático: conducción más cómoda y tranquila
Los coches con cambio automático ofrecen al conductor mayor comodidad y tranquilidad al volante, lo que se agradece considerablemente en caso de atasco, cuando debemos pasar por constantes semáforos o realizar muchas frenadas y arrancadas. Pero además, el hecho de que no haya que estar pendiente del embrague y de la palanca de cambios, reduce notablemente las distracciones, lo que permite poner los cinco sentidos en la carretera. A lo que hay que añadir que la mecánica de este tipo de transmisión es muy segura y muy precisa, por lo que los cambios de marcha siempre se realizan en el momento óptimo y siempre se hacen de manera suave y rápida.
En cuanto a los inconvenientes que presentan los coches con cambio automático, el principal es la monotonía en la conducción, que puede provocar que nos confiemos y que las posibilidades de sufrir un accidente aumenten. Además, estos vehículos tienen un precio más elevado, de media unos 2.000 euros más que los de cambio manual. Esto tiene que ver con que se trate de un sistema más complejo y con más componentes, con lo que las revisiones y el mantenimiento son más caros.
Cambio manual: el motor como freno
Los coches con transmisión manual son los más numerosos actualmente en el mercado de segunda mano, por lo que podemos elegir entre más opciones. Una de sus principales ventajas es que permiten usar el motor como freno a la hora de reducir las marchas, lo que resulta muy útil, por ejemplo, al descender por vías de puertos de montaña. En el caso de los coches automáticos, al no existir esta posibilidad, se termina abusando del freno. Para estos casos, el coche de cambio manual ofrece un mayor control sobre el freno motor y hace que el consumo de combustible sea menor.
En cuanto a las desventajas de los coches de transmisión manual, hay que tener en cuenta que los cambios de marcha son más bruscos que cuando se realizan de manera automática, lo que provoca un desgaste mayor de la caja de cambios. A lo que hay que añadir que si el cambio se hace de manera brusca, la caja de cambios corre incluso el riesgo de romperse. Pero también se desgastan más fácilmente otros elementos del sistema de cambio y el embrague.
Por otro lado, hay que destacar que la conducción en coches manuales siempre es más incómoda cuando nos encontramos inmersos en un atasco, ya que nos obliga a estar pendientes constantemente del embrague y del cambio de marchas. Lo que reduce el nivel de seguridad e incrementa las posibilidades de sufrir un accidente debido a las distracciones.