7 Motivos para convertir tu coche de gasolina a GLP
Desde hace algún tiempo el GLP o autogás se está convirtiendo en uno de los tipos de combustible con mejores posibilidades de futuro, especialmente desde la activación del plan "Madrid Central" y el cambio que se está produciendo en otras ciudades de nuestro país. Por eso, son muchos los que se preguntan si vale la pena convertir un coche de gasolina a GLP.
Lo primero que debes saber es que un motor adaptado a gas es un motor de gasolina que simplemente cuenta con una fuente de alimentación diferente. El vehículo conserva su depósito de siempre, pero se añade el de GLP en el espacio de la rueda de repuesto, permitiendo que pueda usarse un sistema u otro en función de las necesidades de cada momento. Eso sí, tienes que tener en cuenta que solamente pueden convertirse a GLP aquellos coches que cumplan con la normativa anti-emisiones Euro IV.
¿Por qué convertir tu coche a GLP?
1. Ahorro en combustible
El GLP tiene un coste más bajo que los combustibles tradicionales. Para que te hagas una idea, por cada euro que gastas en gasolina o diesel, solamente gastarías 55 céntimos en GLP, lo que significa que estarías ahorrando un 45% de combustible. Esto quiere decir que, de media, al año estarías ahorrando aproximadamente 1.300 euros.
2. Mayor autonomía
Actualmente, el GLP es el sistema de combustible alternativo con mayor autonomía del mercado. Y es que, al mantener el motor de gasolina, podrás usarlo cuando el gas se termine. En cualquier caso el GLP ofrece ya de por sí una autonomía de unos 500 km, lo que es bastante más que lo que ofrecen los coches eléctricos más asequibles, entre 200 y 300 km.
3. Menos contaminación
La combustión del Gas Licuado del Petróleo es mucho más limpia que la de los carburantes convencionales. Este tipo de vehículos emiten alrededor de un 80% menos de óxido de nitrógeno y hasta un 15% menos de CO2, lo que hace que al convertir tu coche a autogas, obtengas directamente la etiqueta ECO.
4. Muchos puntos de repostaje
Cada vez hay más gasolineras donde repostar autogas. Repsol, por ejemplo, cuenta actualmente con más de 400 puntos para ello repartidos por todo el país. Pero hay al menos 214 más de otras marcas, superando así los 600 puntos de repostaje de autogas. Una cifra que seguirá creciendo en los próximos años con la aparición de medidas restrictivas en muchas ciudades de nuestro país. Lo que sumado a su autonomía, nos proporciona muchas opciones de repostaje.
5. Etiqueta ECO
La etiqueta ECO especialmente importante si vives en Madrid, ya que es lo único que te permitirá circular por Madrid Central sin ningún tipo de restricción. Aunque es cuestión de tiempo que otras ciudades también instauren este tipo de limitación para coches de combustibles tradicionales. Con lo cual es casi una obligación para muchas personas que necesitan circular por la zona, ya sea por cuestiones personales o profesionales.
6. Menos averías
Los coches de autogas generan menos residuos que la gasolina porque el combustible es más limpio. Debido a ello, no se acumulan tantas impurezas en el motor como cuando se está usando gasolina, dando mayor fiabilidad a las diferentes piezas del motor.
7. No es peligroso
El GLP no es más peligroso que los coches de gasolina o diesel. La tecnología y las instalaciones de este tipo han experimentado importantes avances en los últimos años y, además, se han añadido nuevas medidas de seguridad en el repostaje. Se reposta sin dificultad y, aunque en estado natural no lo tiene, se le ha añadido olor para alertar sobre una posible fuga durante el repostaje. Incluso se puede ver un ligero humo de color blanco.